EMDR es una terapia que te ayudará a equilibrar tus emociones y a sentirte mejor desde el primer día.
Podrás disminuir el sufrimiento por alerta sostenida, ansiedad, pena, dolor, sobrecarga, fatiga, culpa, angustia, sensación de vacío, extrañeza, inseguridad, insomnio, conflictos interpersonales, entre otros.
Con EMDR, experimentarás un cambio positivo en tus creencias sobre ti mismo y el mundo que te rodea.
Sentirás coherencia, calma y conexión entre tus pensamientos y emociones, lo que te permitirá resolver conflictos internos y superar experiencias repetitivas.
Descubrirás tu capacidad para lograrlo.
Podrás fluir en el presente con gratitud y paz interior, afrontando situaciones que antes evitabas.
EMDR te ayudará a salir de situaciones perjudiciales y a superar sus efectos negativos.
Recuperarás energía y espacio interior.
EMDR para la salud
«La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social,
y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades»
(Organización Mundial de la Salud)
El EMDR se ocupa de las emociones, los pensamientos, las sensaciones físicas, las actitudes y las conductas, permitiendo que vuelvas a sentir alegría, amor, paz y puedas conectar con los demás y sentirte bien contigo misma/o.
Eficaz y seguro
El uso de la terapia EMDR ha recibido el respaldo de numerosas instituciones internacionales que avalan su seguridad y la eficacia:
American Psychological Association (APA; EEUU)
Organización Mundial de la Salud (OMS)
The International Society for Traumatic Stress Studies (ISTSS; EEUU)
Journal of Clinical Psichology, Vol. 58(1), 23–41 (2002)
Royal College of Psychiatrists (RCPSYCH; Reino Unido)
Journal of Clinical Psichology, Vol. 58(8), 933-46 (2002)
Substance Abuse and Mental Health Services Administration (SAMHSA; EEUU)
Canadian Agency for Drugs and Technologies in Health (CADTH; Canadá)
The British Psichological Society · ...
Testimonios
"He descubierto que mi estado habitual era el de "sobrevivir" por pura inercia, y que tratando las vivencias que me han marcado durante la vida, y que habían apagado mi voz de autodefensa, recupero un estado de felicidad y paz interior”.
A.J.
