Cómo funciona EMDR
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EVALUACIÓN, REGULACIÓN Y LÍNEA DE VIDA
La fase de evaluación es crucial para comprender el historial del cliente y crear un plan de tratamiento personalizado. También debemos asegurarnos de estabilizar tu angustia más apremiante y regular tus emociones antes de pasar a la aplicación de EMDR.
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LOCALIZACIÓN DE LAS DIANAS PARA EMDR
Las "dianas" son los puntos de perturbación en los que nos enfocaremos durante la terapia con EMDR. Estos pueden ser episodios, experiencias o etapas de tu vida, así como pensamientos que aún activan tu cerebro y sistema nervioso con síntomas de perturbación. Es importante haber ralizado una buena evaluación para identificar estas dianas, ya que a menudo no son las que suponemos inicialmente. Prepararé un informe y un diseño de intervención personalizado para ti, y juntos decidiremos cuáles son las "dianas objetivo".
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REPROCESAMIENTO CON EMDR
Para alcanzar tus objetivos, utilizaremos el protocolo de EMDR, el cual incluye los tres tipos de Estimulación Bilateral (auditiva, táctil y movimientos oculares) en los momentos adecuados y con las palabras precisas.
Así, te guiaré en la visualización y narración de los diferentes aspectos de tu experiencia, lo que te permitirá experimentar una nueva sensación y percepción del recuerdo, de ti mismo/a y de tus pensamientos.
Además, notarás cómo los síntomas se desensibilizan, todo ello con seguridad, confianza y bienestar.
Auditiva
Movimeintos Oculares
Táctil
La estimulación bilateral es una técnica que consiste en aplicar estímulos auditivos, táctiles u oculares de forma rítmica y alterna mientras hablamos, siguiendo un esquema de trabajo riguroso para garantizar su efectividad.
Esta técnica se basa en teorías que explican su eficacia, como la activación del reflejo de orientación cerebral para resolver conflictos o bloqueos, la relajación de la amígdala cerebral para regular la respuesta de peligro o alerta ante estímulos amenazantes (hablar de ciertos temas puede sentirse así) y la sincronización de áreas cerebrales para el procesamiento de información, similar a lo que sucede durante la fase REM del sueño.
Se ha podido comprobar que la activación eléctrica del cerebro cambia de forma muy significativa antes y después de la terapia con EMDR:
Actividad normal tras el EMDR
Exceso de actividad al activar la perturbación
Los 3 pilares del EMDR
En EMDR, creemos que el sufrimiento emocional, psicológico o somático se origina en una "herida no curada" que nos afecta profundamente.
Al igual que las heridas físicas, estas heridas emocionales pueden "doler", pero también robarnos la vitalidad, la alegría, la paz, el amor y la salud.
Con EMDR, podemos trabajar en la curación de estas heridas, incluso si no conocemos su origen, para lograr la regeneración y cicatrización necesarias para recuperar nuestra salud emocional.
Un evento puede ser considerado traumático cuando su intensidad emocional es alta y además ocurre en un momento de vulnerabilidad.
En estos casos, la experiencia puede quedar poco o mal procesada, lo que puede llevar a la adopción de creencias limitantes sobre nosotros mismos y la vida en general.
Con EMDR, podemos liberar la información atrapada y permitir que el cerebro procese el trauma de una manera más objetiva y adaptativa.
Comenzamos por las sensaciones en el cuerpo, aplicamos EMDR y permitimos que el cerebro haga su trabajo.
El objetivo es reducir la intensidad emocional asociada a experiencias pasadas, liberando la energía que consumes manteniendo la "normalidad".
Nuestro cerebro encuentra la manera de mantener a salvo nuestra seguridad y la de nuestro sistema familiar ante circunstancias adversas, lo que se conoce como modo supervivencia.
Sin embargo, cuando ya no existe el peligro, nuestro sistema nervioso sigue activo, lo que puede convertirse en una perturbación.
Reprocesando con EMDR, se genera una sensación de mayor espacio y energía en tu interior.